“Me siento sola…” Esta frase se repite a modo de mantra, cuando trabajo con mujeres en sesiones y grupos de coaching y también en las mujeres que me encuentro en mi camino. Algo que a priori puede parecernos un malestar individual y sin embargo, es un malestar colectivo (el proceso de construcción de género en la sociedad y cultura patriarcal, han generado consecuencias negativas en muchos aspectos que las mujeres compartimos como colectivo, como pueden ser los sentimientos, experiencias y situaciones comunes), esto es compartido en mayor o menor medida, pues si somos honestas con nosotras mismas, quién no se ha sentido “sola” en algún momento de su vida.
Sé bien de lo que hablo, y es que lo he experimentado en mi propia piel, mi vida era buena, no me podía quejar, lo tenía TODO (todo lo que se supone que socialmente debía tener para ser feliz) pero yo me sentía estancada, siempre estaba cansada, estresada, me sentía vacía, me podía observar a mí misma AUSENTE, durante las conversaciones con amigas o en el trabajo, como si me faltara la motivación y las ganas, estaba desconectada de mi misma. “Me sentía sola” a pesar de estar físicamente muy “acompañada”.
¿Cuál es el motivo de que me sienta sola? ¿Cuándo ocurre esto?
Cuando nos sentimos solas, se debe principalmente a un motivo, hay AUSENCIA de ti en tu propia vida, no estás presente, estás viviendo en desconexión contigo misma, no te escuchas, ni prestas atención a tus necesidades reales, tu foco está puesto en el exterior, en cubrir y satisfacer las demandas y expectativas de otras personas, nos olvidamos de nosotras, nos convertimos en lo que se supone que se espera de nosotras como mujeres y no en nuestro ser auténtico y profundo.
Las mujeres hemos sido construidas para el cuidado, atención y disfrute de los otros y definidas para el amor y el afecto como máxima experiencia de plenitud en nuestras vidas, quedando relegadas a un segundo plano en nuestra vida. Por lo que se hace necesario deconstruir esa identidad femenina transmitida, para construir mujeres con capacidad de definirse a sí mismas y crear sus propios proyectos vitales.
Nada, ni nadie puede cubrir el vacío que queda en nuestra vida, al estar ausentes, por mucho que tratemos de llenarlo con otras cosas y volcar nuestra felicidad en otras personas, sólo alcanzaremos esa ansiada felicidad, asumiendo nuestro poder sobre nuestra vida, colocándonos en el centro y volviendo la MIRADA hacia nosotras mismas, de una manera sana, amorosa y liberadora. Siendo las líderes de nuestra vida.
Cuando seamos capaces de VIVIR de manera CONSCIENTE, conectadas con nosotras mismas y con nuestra vida, estando presentes aquí y ahora, en nuestro propio camino, dejaremos de sentirnos solas, ya que ese vacío estará cubierto por nuestra PRESENCIA, llenándolo todo. Aprendiendo a disfrutar de la soledad elegida, esa que te permite estar a solas contigo misma, sintiéndote bien, plena y en paz.
Como dice la cantante la Mare en su canción «Sola»:
<<Estoy sola…tan sola, sola…tan sola…
Tan sola que adoro que no haya nadie
Y si vienen los espanto con mi cara de quiero estar sola no lo ves>>
En este camino de elección personal, debemos recordar que no estamos solas, tenemos a nuestro lado a mujeres maravillosas que nos acompañan, sostienen, nutren y nos dan amor (del bueno), y es a ellas donde debemos acudir cuando en alguna que otra ocasión aparezca en nuestra mente esa ya conocida frase de “Me siento sola…”, ya que JUNTAS podemos con TODO.
¡Únete a mi tribu Lidera Mujer!
Cristina Hidalgo. Coach Experta en Mujeres
¿Te ha gustado este artículo? ¡Comparte, difunde, participa!
Suscríbete a mi newsletter
Suscríbete y obtendrás mi guía "DESPIERTA" de forma gratuita.
Ohh! Me encantó el artículo y me sentí identificada con la letra de la canción jajaja Gracias por ayudarnos a crecer! 🙂
Gracias a ti bella, por formar parte de este camino y crecer juntas. Un beso