Vivimos en una sociedad que no favorece la expresión de las emociones, sino todo lo contrario, nos anima a que las reprimamos ya que socialmente no está bien visto expresar ira, rabia, tristeza, descontento delante de otras personas, no vayamos a molestar, incomodar a alguien con nuestro “mal rollo” nuestra toxicidad.
Nos animan a cambiar esos estados de ánimo por otros más agradables, positivos, más aceptados, para sentir y recibir la aceptación de otras personas. Haciendo alarde de un falso positivismo, que lejos de ayudarnos a sentirnos mejor con nuestras vidas, hace que desvinculemos las emociones de nuestros actos, creando disociaciones que se manifiestan en nuestro cuerpo a través de enfermedades y desconectándonos de nosotras mismas.
Creo que urge, cuestionar este mensaje que lejos de ayudarnos a manejar esas emociones hace que vayamos aguantando, reprimiendo situaciones que no nos gustan, sobrepasando límites, evitando discusiones (que terminan convirtiéndose en conflictos insalvables por no expresarlos y resolverlos a tiempo), sintiéndonos mal, culpables por tener pensamientos y emociones negativas que no deberíamos tener ni expresar.
Cuando la realidad es otra, desde la niñez, se nos educa en la carencia, la queja, aparentar, competencia, envidia, en el no puedo, en el NO, en el pensamiento único y en tragar con todo, en estar <<callada, reprimida, contenida>> Toca plantearse, ¿A quién beneficia? ¿Qué efectos tiene esa contención emocional en mi vida?
NOS DESCONECTA DE NUESTRO PODER, NOS MANTIENE EN UN CONSTATE QUIEBRE PERSONAL QUE NOS IMPIDE CONSTRUIR LA VIDA QUE QUEREMOS DESDE LA CONSCIENCIA.
Y no nos enseñan ni transmiten valores que nos ayuden a SER mejores personas, a conocernos, valorarnos, empoderarnos y a manejar nuestras emociones de forma sana, con empatía y construyendo relaciones desde el amor, con una comunicación clara, efectiva y sobre todo AFECTIVA hacia nosotras y el resto de personas.
Luego la clave no está en reprimir las emociones, no es más fuerte quién más aguanta, sino en saber gestionarlas de forma inteligente para que sean una herramienta a nuestro servicio que nos ayuden a evolucionar y nos aporten FORTALEZA en nuestra vida.
Para poder ser más felices, es imprescindible saber manejar nuestras emociones, vivir conscientes y tener una mente basada en el amor, gratitud, abundancia en nuestra vida. Y para que esto suceda:
1) Hay que aprender a TOMAR CONCIENCIA de nuestras emociones, aprender a ESCUCHARNOS, qué nos pasa, cómo nos sentimos, cuál es el motivo de que sienta eso.
2) Debemos ACEPTAR todo lo que no nos gusta de nuestra persona y entenderlo, aprender a expresarlo de manera consciente (ya que lo que rechazamos produce resistencia y se hace más presente en nuestra vida)
3) No culpabilizarnos ni castigarnos por ello, ACEPTAR la sombra que todas las personas tenemos.
4) Para a partir de ahí, poder CONSTRUIR, siendo conscientes de que necesidad (no atendida) se esconde tras esa emoción negativa y que necesito aprender de ahí para TRANSITAR a otra manera de relacionarnos con nosotras (resto) más amorosa, de respeto, no juicio.
5) Educando a nuestra mente para saber elegir de manera consciente aquellos pensamientos, actitudes, emociones que son sanas para nosotras y enfocándonos en nuestra LUZ, POTENCIAL para construir nuestra vida.
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Cristina Hidalgo. Coach experta en mujeres
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Si quieres aprender realmente como controlar tus emociones debes saber que no hay una solucion unica. Aunque tambien se ha demostrado que tu propio lenguaje corporal es capaz de influir sobre tus emociones, encontrar la estrategia mas adecuada para regular los sentimientos negativos y entender su origen para tratar la causa es la unica forma de evitar que tomen el control de nuestra mente.